domingo, 15 de marzo de 2020

El Fanatismo deportivo

El fanatismo es una pasión exacerbada, desmedida y tenaz, particularmente hacia una causa religiosa o política, o hacia un pasatiempo o hobby.
Consta de una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento.
El fanatismo puede referirse a cualquier creencia afín a una persona o grupo. En casos extremos en los cuales el fanatismo supera la racionalidad, puede llegar a extremos peligrosos, como matar a seres humanos o encarcelarlos, y puede incluir como síntoma el deseo incondicional de imponer una creencia, considerada buena para el fanático o para un grupo de los mismos.

Tipos de fanatismo

Existen varios tipos de fanatismo, y se producen debido a la afinidad o contrariedad con una persona, religión, ideología, deporte o pasatiempo, entre otros tópicos.
Ejemplos de fanatismo se han dado en el terreno religioso con la defensa de dogmas, o la defensa de libros sagrados o de dioses, o defendiendo un punto de vista racional o irracional específico. Los religiosos afirman que, la diferencia entre religioso y fanático reside en el hecho de que el religioso ve a la religión como un medio para creer o conocer alguna deidad, mientras que el fanático ve a la religión como dios, y la trata como incuestionable.


  • Otro ejemplo de fanatismo es hacia una persona, se ha oído hablar de los club de fans es un conjunto de personas fanáticas de alguien, por ejemplo de un cantante, bailarín o actor.
  • En el deporte en especial por los equipos de fútbol, baloncesto, béisbol  etc.
  • También el fanatismo a lo deconocido (tales como predecir el futuro o crear el modelo de fanatismo, etc.)
  • También existen los fanáticos antireligiosos; anticristianos, antimusulmanes, etc.
  • Algunos fanaticos se centran en el mantenimiento de unas prácticas o cultura sin pensar en la posibilidad de que el conocimiento y el desarrollo humano pueda haber modificado, para bien, las prácticas o los valores culturales. Este tipo de fanatismo esta muy emparentado con la ignorancia y el anquilosamiento mental.

Naturaleza psicológica del fanatismo

La conciencia de la individualidad se suprime mediante la atenuación de la conciencia del yo, por una parte, y mediante la acentuación del sentimiento de pertenencia a lo otro. Para lo primero sirve el alcohol y otras drogas, el éxtasis sexual, etc. Para lo segundo se procede a la adhesión incondicional a sectas y facciones totalitarias políticas o religiosas, la entrega a un grupo, a personas posesivas... La conciencia corporal se disminuye mediante la reducción de las vivencias corporales y la desvalorización del mundo en donde la vida corporal se desarrolla. Desde el punto de vista epistemológico, el fanático, curiosamente, se parece a su contrario el relativista, en la medida en que para ambos no cabe el debate o la búsqueda común de la verdad. El fanático cree poseer la verdad de manera tajante. Afirma tener todas las respuestas y, en consecuencia, no necesita seguir buscando a través del cuestionamiento de las propias ideas que representa la crítica del otro.
El fanático, pues, se caracteriza por su espíritu maniqueo y por ser un gran enemigo de la libertad. Los
lugares donde impera el fanatismo son terrenos donde es difícil que prospere el conocimiento y donde se parece detenerse el curso fluyente de la vida. Un mundo, en definitiva, contrario a la mudable naturaleza humana que en ocasiones se diría anhela la muerte. De hecho, para Albert Camus en El hombre rebelde, es una suerte de nihilismo destructivo más.
El precio a pagar por la cristalización del pensamiento engendrada por el fanatismo resulta caro. El alejamiento de la verdad es una de ellas, porque para profundizar en el conocimiento debemos estar abiertos al descubrimiento de la parte de verdad presente en los demás, desde una humildad intelectual de corte socrático, con una actitud dogmática resulta difícil llegar muy lejos intelectualmente.
Pero existe otra desventaja que tal vez resulte más contundente que la epistemológica: que el fanatismo siempre ha conducido a guerras y a graves desastres. Tras numerosas conflictos sociales, guerras, masacres, limpiezas étnicas e injusticias se halla la intolerancia de muchos fanáticos. Esto han coincidido en señalarlo todos los defensores de la tolerancia. El fanatismo es el culpable de esos males, que podrían evitarse con la universalización de un talante fraternal que aceptara las diferencias.

Características

En síntesis, los rasgos que caracterizan al fanatismo son los siguientes:
  • dogmatismo: fe en una serie de verdades que no se cuestionan ni razonan y cuya justificación lo es por su propia naturaleza o con relación a alguna autoridad;
  • carencia de espíritu crítico: no se admite la libre discusión acerca de las propias verdades, ni su crítica racional;
  • maniqueísmo: las diferencias son consideradas de manera radical; no se admiten los matices. Además, la diversidad humana suele encerrarse en dos categorías: buenos y malos;
  • odio a la diferencia: desprecio y rechazo de lo que escapa a unos determinados modelos y etiquetas;
  • autoritarismo: afán de imponer las propias creencias y de forzar a que todo el mundo se adscriba a la misma.


Colombia: un grupo de barras entró al estadio con un ataúd

Integrantes del Cúcuta ingresaron en medio del partido con un féretro que contenía el cuerpo de un hincha de 17 años que pertenecía a la facción, y que fue asesinado el sábado.

Hinchadas y Violencia

El término hinchada también se suele utilizar al hablar de las organizaciones de fanáticos que con regularidad se enfrascan en disputas violentas, equiparandolo asi al de barras bravas. Los integrantes de una hinchada concebida bajo estos términos se pueden distinguir de los demás fanáticos. Jose Garriga define los integrantes de una hinchada o barra brava enumerando las tres características que según los hinchas mismos los diferencian de los demás fanáticos. Menciona la fidelidad al club, el fervor al animar al equipo y las prácticas violentas, siendo estas últimas donde estriba la mayor diferencia. Las prácticas violentas según los hinchas responden a una lucha de honor del club contra el adversario; cuestiones que no se pueden debatir en el campo sino mediante la pelea cuerpo a cuerpo en las gradas o en las afueras del estadio.
Los hinchas además definen espacios y crean demarcaciones que no sólo sirven para delimitar un espacio propio y uno rival, sino que le imparte ciertas cualidades a estos espacios y a sus habitantes. “El club y el barrio funcionan, en el imaginario de los hinchas, como pares indiscutibles”, dice Garriga. Las cualidades que los integrantes de la hinchada proclaman para su territorio son las que, según ellos les brindan honor y prestigio. Entre estas se puede mencionar la locura del barrio, el abuso de las drogas y la posesión de aguante. El aguante es uno de los principales bienes reclamados por los hinchas. “El aguante engloba saberes de lucha corporal, resistencia de dolor y decadencia del temor al riesgo. Estos saberes sólo pueden ser probados en una contienda corporal.” 
El ideal de masculinidad dentro de una hinchada o barra brava esta dictado por la posesión de aguante. Por ejemplo, el más “macho” es aquel capaz de tomar grandes cantidades de alcohol sin perder el control. Según los integrantes de la hinchada no es de hombre huir de una pelea, manifestar dolor o no resistir el uso de grandes cantidades de alcohol o drogas. Dictado por este modelo de masculinidad, tienen los hinchas un propio ideal corporal que difiere del de los demás grupos sociales. En estos se ve como algo positivo los hombres grandes y de “buen lomo” e incluso la gordura. Según su ideal, en estos cuerpos se ve evidenciado el alto consumo de alcohol y de drogas, además se ve como una ventaja en los combates. En el cuerpo gordo y de buen lomo, la fuerza es alcanzada a través de la experiencia en combates y del trabajo físico cotidiano.

Las hinchadas como fenómeno social

En el fútbol, el propósito fundamental de la hinchada es alentar a su equipo durante el partido. Pero además de esto, las hinchadas compiten entre ellas para demostrar quién alienta más ó quién es más seguidor fiel de su equipo. Las hinchadas pueden permitir que su equipo pierda un partido, pero no pueden permitirse ellas perder su propio partido contra las hinchadas rivales. Por esto, la función de las hinchadas no se limita solo a ir al estadio a ver a su equipo. Cada hinchada tiene su propia organización en la cual se decide dónde reunirse antes de los partidos, qué cantarán en el partido, cómo se van a transportar los hinchas al estadio y cómo van a colocar las banderas en el estadio.
Para las personas que integran la hinchada, su papel es fundamental en el partido. El hincha entiende que su aliento transmitirá energía a su equipo durante el partido. En cada partido el hincha siente que debe alentar lo más fuerte posible porque esto hará que su equipo gane.

Actividad 1:

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