Mariana Pajón Londoño (10 de octubre de 1991) es una ciclista colombiana, piloto de BMX. Nació en Medellín, Antioquia.
Obtuvo su primer título a nivel nacional a los 5 años y su primer título mundial a los 9. En total, ha sido ganadora de 14 campeonatos mundiales, 2 campeonatos nacionales en los Estados Unidos, 9 campeonatos latinoamericanos y 10 campeonatos panamericanos. Es actualmente la campeona mundial de la categoría Elite Damas.
La temporada 2010-2011 es particularmente rica para Mariana, ya que pone fin a la más grande del mundo. Ella ganó el campeonato del mundo embrollo, Campeonato Panamericano, el Campeonato Latinoamericano, el campeonato sudamericano, el campeonato de Centroamérica y el Caribe y el campeonato nacional, en un periodo de diez meses . Como es natural se designó deportista del año 2011 en Colombia.
En julio de 2011, ella ganó el título mundial elite de mujeres en Dinamarca. Después de ganar todas sus mangas clasificatorias, llega a la final como una de los favoritas junto con la neozelandesa Sarah Walker. Otra de los favoritas, Shanaze Reade, la gran esperanza británica del título olímpico, estuvo ausente en la final tras su prematura eliminación en semifinales. Tras un gran comienzo de la carrera, Mariana Pajon controla a Sarah Walker durante la carrera y logra vencerla, llegando a su décimo cuarto título mundial en diferentes grupos de edad, desde su primera obtenida a la edad de nueve años.
Tras la gran cantidad de campeonatos logrados es designada como abanderada de la delegación colombiana para los Juegos Panamericanos de 2011 , donde ganó el oro en su presentación.
En el año 2012, continúa su cosecha de laureles. En febrero, ella ganó el mismo fin de semana, dos grandes carreras en Tampa, Florida. Se convirtió en Campeona de América del Norte 2012 de BMX y al día siguiente, ganó los Nacionales de Gator con 155 puntos en la carrera por la clasificación para los Juegos Olympicos de Londres.
El paisa, que tiene una enfermedad genética que no le permite ver los objetos a más de un metro de distancia, rompió su récord personal, al finalizar la competencia de 42 kilómetros en un tiempo de dos horas y 26 minutos. En los Paralímpicos de Pekín llegó cinco minutos más tarde. “Rematé con el alma y al atleta al que le gané no es cualquiera en el mundo. La verdad, saqué fuerzas de donde no las tenía, llegué a la meta dándolo todo”, dice.
“Este triunfo se lo dedico a Colombia, a mi familia y a mis compañeros, que venían muy ansiosos por ganar medallas. No fue fácil, nos encontramos con un deporte paralímpico muy exigente, pero con esfuerzo pudimos mejorar lo hecho hace cuatro años”, explica Serna al hacer un balance de lo hecho por la delegación nacional en Londres, donde se cosecharon dos medallas de plata (la otra la obtuvo el nadador Moisés Fuentes), 18 diplomas olímpicos y 66 puntos.
En cuanto a sus rivales, asegura que al español Suárez Laso, quien competía en la maratón convencional hasta el año pasado y tenía una marca difícil de igualar, “lo seguí desde lejitos, porque iba con la estrategia de mi entrenador Libardo Hoyos”, y agrega que tuvo la oportunidad de prepararse intensamente cuatro meses antes, y “hoy estoy celebrando, aunque me va a tocar cambiarme los pies por el cansancio que tengo”.
Elkin nació hace 27 años en Urrao, Antioquia, y nunca ha dejado de correr. De niño lo hacía todos los días por seis kilómetros diarios para llegar al colegio. A los doce tuvo que salir corriendo de la vereda La Magdalena, porque un grupo armado al margen de la ley amenazó de muerte a su familia.
Una tarde de domingo tuvieron que dejarlo todo y comenzar de nuevo. Sus padres consiguieron trabajo en una finca en el municipio de Barbosa, pero sólo podían llevarse a un hijo. Así que a Elkin, el mayor, le tocó irse a Tierralta, Córdoba, a vivir con una tía. Al poco tiempo pudo volver con su familia al municipio de Guarne. Pero su visión ya presentaba problemas y debió dejar el colegio.
Por esa misma época su padre los abandonó. Elkin comenzó a vender empanadas en las estaciones del metro de Medellín para ayudar a su madre Libia y a Nelson, su hermano menor.
Mientras comenzaba a practicar deporte, se ganaba la vida pintando hilos de cuero de chivo. Fue parte de la selección de Antioquia en 2003 y participó en decenas de competencias, en las que a veces terminaba extraviado por las calles. En 2005 conoció el deporte para discapacitados y decidió vincularse al Comité Paralímpico Colombiano. Dos años más tarde, en Río de Janeiro, quedó como subcampeón de los 1.500 metros de los Parapanamericanos y logró clasificarse a Pekín 2008.
En China se convirtió en el primer medallista paralímpico del país, al ocupar el segundo puesto en la maratón. Él mismo se costeó la preparación y logró la clasificación a los Paralímpicos de Londres gracias a su actuación en el mundial IPC de Nueva Zelanda.
Elkin seguirá corriendo hasta cuando su cuerpo se lo permita, porque correr no sólo es su gran pasión: es su inspiración para seguir viviendo.
El atleta le hace un llamado contundente al Gobierno Nacional: “Le pedimos que nos apoye igual que a los deportistas convencionales. El deporte debe ser sólo uno, que no sean dos, y así poder llegar en igualdad de condiciones. Que competitivamente podamos estar a la altura de cualquier atleta del mundo”, afirma.
Elkin Alonso Serna Moreno es una atleta paralímpica atleta de Colombia compite principalmente en la categoría T12 eventos de larga distancia.
Él compitió en los Juegos Paralímpicos de Verano de 2008 en Beijing , China, . Allí ganó una medalla de plata en el maratón masculino - T12 evento, no terminó en los hombres 5000 metros - T13 evento y terminó cuarto en los hombres 10.000 metros - evento T12El paisa, que tiene una enfermedad genética que no le permite ver los objetos a más de un metro de distancia, rompió su récord personal, al finalizar la competencia de 42 kilómetros en un tiempo de dos horas y 26 minutos. En los Paralímpicos de Pekín llegó cinco minutos más tarde. “Rematé con el alma y al atleta al que le gané no es cualquiera en el mundo. La verdad, saqué fuerzas de donde no las tenía, llegué a la meta dándolo todo”, dice.
“Este triunfo se lo dedico a Colombia, a mi familia y a mis compañeros, que venían muy ansiosos por ganar medallas. No fue fácil, nos encontramos con un deporte paralímpico muy exigente, pero con esfuerzo pudimos mejorar lo hecho hace cuatro años”, explica Serna al hacer un balance de lo hecho por la delegación nacional en Londres, donde se cosecharon dos medallas de plata (la otra la obtuvo el nadador Moisés Fuentes), 18 diplomas olímpicos y 66 puntos.
En cuanto a sus rivales, asegura que al español Suárez Laso, quien competía en la maratón convencional hasta el año pasado y tenía una marca difícil de igualar, “lo seguí desde lejitos, porque iba con la estrategia de mi entrenador Libardo Hoyos”, y agrega que tuvo la oportunidad de prepararse intensamente cuatro meses antes, y “hoy estoy celebrando, aunque me va a tocar cambiarme los pies por el cansancio que tengo”.
Elkin nació hace 27 años en Urrao, Antioquia, y nunca ha dejado de correr. De niño lo hacía todos los días por seis kilómetros diarios para llegar al colegio. A los doce tuvo que salir corriendo de la vereda La Magdalena, porque un grupo armado al margen de la ley amenazó de muerte a su familia.
Una tarde de domingo tuvieron que dejarlo todo y comenzar de nuevo. Sus padres consiguieron trabajo en una finca en el municipio de Barbosa, pero sólo podían llevarse a un hijo. Así que a Elkin, el mayor, le tocó irse a Tierralta, Córdoba, a vivir con una tía. Al poco tiempo pudo volver con su familia al municipio de Guarne. Pero su visión ya presentaba problemas y debió dejar el colegio.
Por esa misma época su padre los abandonó. Elkin comenzó a vender empanadas en las estaciones del metro de Medellín para ayudar a su madre Libia y a Nelson, su hermano menor.
Mientras comenzaba a practicar deporte, se ganaba la vida pintando hilos de cuero de chivo. Fue parte de la selección de Antioquia en 2003 y participó en decenas de competencias, en las que a veces terminaba extraviado por las calles. En 2005 conoció el deporte para discapacitados y decidió vincularse al Comité Paralímpico Colombiano. Dos años más tarde, en Río de Janeiro, quedó como subcampeón de los 1.500 metros de los Parapanamericanos y logró clasificarse a Pekín 2008.
En China se convirtió en el primer medallista paralímpico del país, al ocupar el segundo puesto en la maratón. Él mismo se costeó la preparación y logró la clasificación a los Paralímpicos de Londres gracias a su actuación en el mundial IPC de Nueva Zelanda.
Elkin seguirá corriendo hasta cuando su cuerpo se lo permita, porque correr no sólo es su gran pasión: es su inspiración para seguir viviendo.
El atleta le hace un llamado contundente al Gobierno Nacional: “Le pedimos que nos apoye igual que a los deportistas convencionales. El deporte debe ser sólo uno, que no sean dos, y así poder llegar en igualdad de condiciones. Que competitivamente podamos estar a la altura de cualquier atleta del mundo”, afirma.
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