domingo, 15 de marzo de 2020

El asma bronquial y la actividad física

Dennis Rodman
Ya en el siglo II d.C., Aretaeus de Capadocia señalaba el asma (del griego asthma, “respiración difícil”) como uno de los factores que dificultaban la actividad física (Gutiérrez 1990). Los ataques asmáticos ocurren a intervalos variables. Entre cada crisis, el asmático se encuentra libre de síntomas. Durante el episodio de asma los músculos de los bronquios pequeños y bronquiolos se contraen estrechando los conductos aéreos haciendo más difícil la entrada y especialmente la salida de aire de los pulmones, produciendo un bronco espasmo. Además la mucosa de las vías aéreas se edematiza y segrega un exceso de moco, lo que contribuye más a la obstrucción al paso del aire. Es la alergia que más incidencia tiene en el deportista. El estrechamiento de las vías aéreas produce un aumento de las resistencias y un reclutamiento de la musculatura accesoria para mantener abierta la vía. Esta situación asociada al edema mucoso crea un gradiante de presión negativo en las vías intratorácidas lo que las cierra, produciendo el “atrapamiento aéreo” e hiperinsuflación que impide la espiración completa así como un aumento del volumen residual y disminución de la capacidad vital. El desencadenante es cualquier agente que irrita las vías respiratorias, variando en cada persona, y por nombrar algunos: infecciones respiratorias y víricas, animales domésticos, polvo, ejercicio, humo de tabaco, etc.. Actualmente se conoce que hasta los perfumes más intensos pueden provocar el asma en los sujetos.
David Beckhan




Es un acuerdo general en la actualidad, que la realización de determinadas actividades físicas es beneficioso para los asmáticos, en contra de las antiguas recomendaciones, y de los intentos protectores de padres, familiares e incluso médicos. Dependiendo de las medidas higiénico-terapéuticas utilizadas para prevenir el asma, podemos observar una aparición de la crisis más ó menos temprana y de una duración mayor ó menor. El nivel de actividad física que se consigue, afecta directamente a la tolerancia del individuo que sufre un asma controlado (SANTUZ, 1997; citado por KILVINGTON, 1999).






BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL NIÑO CON ALERGIA ASMÁTICA

• Facilita y permite el correcto desarrollo físico y psíquico del niño.
• Favorece la integración en el grupo.
• Mejora de la autoestima del individuo adolescente.
• Mejora de la condición física general.
• Permite una mayor tolerancia el ejercicio
• La crisis en caso de aparecer lo hacen para trabajos mucho más intensos.
• Permite una mayor control de la crisis.
• Permite una mayor conocimiento del asma en cada individuo y a un establecimiento de unas dosis de medicamento más ajustadas.

NORMAS Y CONSEJOS EN EL DEPORTISTA ASMÁTICO

Miguel Indurain
El sujeto asmático, para hacer ejercicio debe de estar en un periodo controlado de su asma. Para ello, es necesario valorar el control del flujo máximo, es decir, la velocidad a la cual se puede expulsar el aire de los pulmones con una sola exhalación, y previamente a realizar el ejercicio. Dependiendo del valor, se establecen 3 zonas del asma:
A) Zona roja: Por debajo del 50% del nivel ideal. Es necesario la toma de medicamentos de acción rápida y la obtención de atención sanitaria lo antes posible.
B) Zona amarilla: Nivel entre un 50-80% del nivel ideal. En caso de encontrarse en esta zona, el sujeto deberá tomar el inhalador, hacer el calentamiento y volver a repetir la medida. Si continúa en esta zona durante la segunda medición, será preferible no realizar la actividad física.
C) Zona verde: Nivel ideal de flujo máximo entre el 80 y el 100% ideal. En caso de encontrarse en esta zona, el sujeto deberá tomar las siguientes precauciones:

• Tomar la medicación antes de la actividad física (en el vestuario antes de cambiarse).
• Realizar un calentamiento prolongado y progresivo.
• El ejercicio debe procurar ser a intervalos.
• No realizar ejercicios máximos en intensidad.
• Si es posible son más beneficiosos los deportes en ambientes cálidos y húmedos.
• Cuando sea posible procurar respirar por la nariz.
• Llevar la medicación broncodilatadora en la bolsa de deporte siempre.
• No cometer imprudencias estando sólo o en situaciones de riesgo.



COMPORTAMIENTOS A EVITAR POR UN ASMÁTICO

• Evitar realizar actividad física intensa cuando no esta controlado el asma basal.
• No realizar ejercicio intenso si se tiene una infección respiratoria.
• No realizar ejercicio físico si se tiene tos importante ó se sienten pitos.
• No realizar ejercicio físico si se encuentra en la zona roja del PFM.
• Realizar actividad física moderada y controlada si se encuentran la zona amarilla del PFM.
• Evitar realizar ejercicio físico en ambientes fríos y secos si no se utiliza una mascarilla de quirófano.
• Evitar los ejercicios físicos intensos y largos por encima de nuestra condición física.
• Evitar los ejercicios físicos en ambientes contaminados o con humos.

ACTUACIÓN ANTE UNA CRISIS DURANTE EL EJERCICIO.

• Actuar con calma. Si se han realizado las precauciones previas, la crisis será suave.
• Parar el ejercicio.
• No rodear al compañero con crisis, impidiéndole respirar bien.
• Administrar la medicación broncodilatadora lo antes posible.
• Realizar la respiración silbante (igual posición de los labios como si se fuera a silbar), permitiendo que el aire salga evitando la hiperventilación y la insuflación del tórax.
• Después de la crisis, si se incorpora a la actividad, bajar la intensidad.
• Antes de irse a casa, realizar una medición de PFM para comprobar el estado. Si se encuentra en zona amarilla, tomar otra dosis de broncodilatador.
• Si se encuentra en zona roja y después de tomar otra dosis de broncodilatador, no se recupera, llevar al sujeto a un centro asistencial.
http://www.aamoratalaz.com/articulos/AAEF05.pdf

BIBLIOGRAFÍA

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FERRER, Isabel. El abuso de paracetamol agrava los síntomas de asma. Diario El País. Nº 8348. Año XXV. 28-3-2000.
FREIXA, A.; DROBNIC, F.; GUARDIANO, X. El nadador de élite, exposición al cloro en piscinas cubiertas. Apunts de medicina de l’esport.1995; 124: 105-107
GUILLET, R.; GENETY, J. Medicina del deporte. Ed. Toray-Masson. 1978: 244-245.
GUTIERREZ ORTEGA, Fernando. 1990. El asma inducido por el ejercicio. Sport & Medicina. Marzo-Abril 1990. 35-37.
KILVINGTON, Hazel. Asma y ejercicio. Fitness. Nº 2, 1999: 10-11.
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SANTONJA, Rafael. 1996. Olimpismo y medicina deportiva. Ed. Santonja. 1996: 361-368
SIMON, Fedrico. La desertificación aporta la octava parte del CO2 del efecto invernadero. Diario El País. Nº 8349. Año XXV. 29-3-2000.
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12
LA ALERGIA, EL ASMA Y EL EJERCICIO FISICO
VARIOS autores. 1998. Guía sobre el asma, la actividad física y el deporte.1998.Ed. Sociedades Catalanas de Medicina.
VARIOS autores.1999. Asma y actividad física. http://personal.redestb.es/tranchek/index.htm.

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